La víctima es Cecilia Ruvalcaba, quien había aspirado a la presidencia de la alcaldía dentro de las filas del Movimiento Ciudadano en Jalisco.
La violencia que aqueja a México ha alcanzado incluso a los centros de salud. Durante la madrugada de este viernes, un comando armado ingresó al hospital comunitario de Teocaltiche, en Jalisco, y ejecutó a balazos a Cecilia Ruvalcaba, jefa de enfermeras y regidora municipal. Así lo confirmó el gobernador Pablo Lemus, quien aseguró que ya se han iniciado las investigaciones para esclarecer los hechos y detener a los responsables. “Era una mujer ejemplar, dedicada al cuidado de los demás”, lamentó el mandatario.
Medios locales reportan que los agresores entraron al hospital durante la noche, amedrentaron al personal médico y buscaron directamente a Ruvalcaba, a quien localizaron en la sala de enfermería. Tras el ataque, escaparon del lugar, dejando tras de sí una estela de pánico entre trabajadores y pacientes. Hasta el momento, no se ha revelado el motivo del crimen.
Ruvalcaba no solo era reconocida por su labor en el sector salud; también había participado activamente en la política. Era regidora y militante de Movimiento Ciudadano (MC), partido con fuerte presencia en Jalisco, y recientemente había aceptado postularse como candidata a la alcaldía del municipio. “Fue una mujer valiente. No descansaremos hasta encontrar a los culpables”, aseguró Lemus, quien también se comprometió a pacificar la zona.
El asesinato ha generado indignación en las filas de MC. Jorge Álvarez Máynez, excandidato presidencial del partido, expresó su solidaridad con los allegados de la víctima y exigió justicia. “No podemos seguir normalizando el control territorial del crimen organizado, que oprime a miles de personas inocentes en todo el país”, advirtió.
Teocaltiche, un municipio de aproximadamente 40.000 habitantes ubicado entre los estados de Aguascalientes y Guanajuato, vive bajo el dominio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La comunidad, marcada por la migración, la agricultura y las remesas, ha sido sitiada por la violencia. El crimen se ha vuelto parte de la vida cotidiana, mientras las autoridades locales parecen rebasadas.
El asesinato de Ruvalcaba se suma a una serie de hechos sangrientos que han estremecido al municipio. Apenas en abril, el comisario Ramón Grande Moncada fue asesinado por un grupo armado. Días después, ocho policías desaparecieron; cuatro de ellos fueron encontrados desmembrados a la orilla de una carretera, junto a mensajes que los vinculaban con el Cártel de Sinaloa. Poco después, otro agente fue ejecutado en el patio de su casa y cuatro personas más fueron acribilladas en la colonia El Barrio.
Aunque el gobierno estatal tomó el control de la policía municipal, la violencia no ha cesado. Las promesas del gobernador Lemus de trabajar en coordinación con los tres niveles de gobierno parecen insuficientes ante un escenario donde reina el miedo, el silencio y la impunidad. El asesinato de Cecilia Ruvalcaba es, hasta ahora, la expresión más brutal del colapso institucional en Teocaltiche.
