A pesar de que la prórroga otorgada hasta el 2 de abril brinda un respiro temporal, la incertidumbre sigue latente, ya que la imposición de un arancel del 25% a las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos podría desencadenar una crisis económica en el país. 

Lo anterior advirtió el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Roberto Lyle Fritch, quien dijo que esta medida pone en riesgo la producción de la industria de transformación, lo que podría traducirse en despidos masivos, una disminución en la inversión extranjera directa y un freno al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). 

Expuso que esta situación no debería haberse presentado, pues el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) establece reglas claras que deberían respetarse y que este arancel fue impuesto de manera unilateral, sin apego a los acuerdos comerciales firmados. 

Lyle Fritch indicó que la estabilidad económica de la región y del país depende de que este decreto sea eliminado por completo, ya que mantenerlo afectará la competitividad de las empresas mexicanas y generará un impacto negativo en diversos sectores productivos.  

Exhortó a los organismos empresariales y a los tres niveles de gobierno como el municipal, el estatal y el federal, a mantenerse unidos en las negociaciones con Estados Unidos, con el fin de garantizar certidumbre y estabilidad para el sector productivo del país. 

Afirmó que el CCE buscará reunirse con el Gobierno Federal para explorar estrategias que mitiguen las afectaciones derivadas de estos aranceles, ya que es urgente diseñar en conjunto medidas como estímulos fiscales, diferimiento de impuestos y otras acciones que permitan a las empresas mantener su liquidez y evitar despidos. 

Finalmente, Roberto Lyle reiteró el compromiso del Consejo Coordinador Empresarial de trabajar en conjunto con las autoridades y el sector privado para encontrar soluciones que brinden estabilidad, certidumbre y crecimiento económico para México.