Padres de familia, docentes y personal de salud coinciden en que el alimento señalado como causa fue una tinga de pollo incluida en el menú oficial de esta semana.

El programa social “Pancita llena y corazón contento”, impulsado por el Gobierno del Estado de Baja California, con un gasto superior a los 2 millones 267 mil pesos diarios, se encuentra en el centro de una crisis sanitaria que este viernes dejó a más de 40 menores hospitalizados, tras consumir alimentos presuntamente en mal estado en planteles de educación primaria de Tijuana, donde al menos 15 de los estudiantes permanecen en estado crítico en hospitales públicos y privados de la entidad, según lo expuesto por autoridades de emergencia.
De acuerdo con un reportaje de Alejandro Cárdenas, publicado en el portal Fuerte Noticias este viernes, documentos revelan que la empresa AB Alimentos Nutracéuticos Funcionales, S.A. de C.V. fue la adjudicataria de la licitación pública regional 32065001-001-2025, encargada del suministro de desayunos escolares en todas las primarias públicas del Estado.

El contrato establece un costo unitario de $26.49 pesos por platillo y la preparación de 85,588 desayunos diarios, lo que representa un gasto público de 2,267,226.12 pesos al día, sin IVA. Esto equivale a más de 40 millones de pesos mensuales en un programa que el gobierno estatal presentó como “la estrategia más ambiciosa de nutrición escolar”.

La contratación, firmada el 23 de enero de 2025 y avalada por el Comité de Adquisiciones del Estado, declaró a AB Alimentos como la “única propuesta solvente” para operar el servicio.
La tinga de pollo que causó la emergencia sanitaria
El menú oficial difundido por la administración estatal incluía tinga de pollo como platillo principal para cerrar la semana.
La propia gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda promocionó la receta en redes sociales, asegurando que se trataba de un alimento “delicioso, nutritivo y balanceado”.

“Y el viernes, para cerrar la semana con broche de oro, unos deliciosos tacos de tinga bien buenos, bien nutritivos, con su frutita y su agüita”, afirmó la mandataria días antes del incidente.
Sin embargo, el discurso oficial quedó rápidamente desmentido por la realidad, cuando padres y maestros señalan que fue precisamente ese guiso el causante de los cuadros de vómito, fiebre y mareos en los menores durante esta mañana.
En ese sentido, el Secretario de Salud de Baja California confirmó que al menos 40 niños reciben atención médica en diversos hospitales, aunque advirtió que la cifra podría aumentar en las próximas horas.
“Las intoxicaciones alimentarias por pollo ocurren con relativa frecuencia. Si se detectan a tiempo, no pasan a mayores”, explicó el funcionario en conferencia de prensa, en un mensaje que padres de familia calificaron como “minimización del problema”.
Exigen investigación y sanciones
“Las autoridades sanitarias informan que alumnas y alumnos de distintas escuelas primarias de Tijuana que mostraron síntomas de intoxicación alimentaria tras consumir alimentos proporcionados por la empresa contratada para la preparación de alimentos escolares, evolucionan favorablemente y se encuentran fuera de peligro”, dijo la gobernadora Marina del Pilar en sus redes sociales.
Agregó que ha ordenado una investigación para conocer la causa y que los responsables asuman las consecuencias.
“Todos los días se sirven 347,047 desayunos y comidas escolares sin que se haya presentado un caso previo. Se continuará el seguimiento y la atención médica en cada caso. La salud y el bienestar de nuestra niñez es prioridad”, finalizó.
Por su parte, padres de familia exigieron la suspensión inmediata del programa hasta que se garantice la seguridad alimentaria. Además, pidieron sanciones contra la empresa proveedora y contra los funcionarios que validaron el contrato.
“Si hay recursos para gastar más de dos millones de pesos al día en desayunos escolares, no hay justificación para poner en riesgo la vida de nuestros hijos”, denunció una madre a las afueras de un hospital en Tijuana.