‘Tenemos que esperar las decisiones que tome el presidente Trump’, dijo Ebrard sobre la fecha límite del 1 de agosto para lograr un acuerdo con EU.
Con información de El Financiero
México ante el dilema arancelario: todo está dicho, la decisión está en manos de Trump
A dos días de la entrada en vigor de un arancel del 30% a las exportaciones mexicanas, el gobierno de México ha concluido su fase de negociaciones.
“Ya todo lo que México tenía que hacer está hecho”, declaró Marcelo Ebrard, secretario de Economía, este martes 29 de julio, dejando claro que el siguiente movimiento corresponde a la administración de Donald Trump.
El paquete arancelario propuesto por el expresidente estadounidense —y posible candidato presidencial— impactaría directamente a sectores estratégicos para la economía mexicana como el acero, autopartes, agroindustria y manufactura electrónica. En conjunto, estos representan aproximadamente el 65% del comercio bilateral con Estados Unidos.
Ebrard se mostró cautelosamente optimista. “Las negociaciones han sido muy intensas, muy complejas, y ya estamos a unas horas de conocer el resultado”, afirmó. A pesar de las tensiones, subrayó que actualmente el 84% del comercio bilateral no enfrenta aranceles, por lo que el anuncio de este viernes podría redefinir los términos de uno de los vínculos comerciales más relevantes del hemisferio.
Desde el sector privado, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes, enfatizó que imponer aranceles sería un error estratégico, dado el alto grado de interdependencia entre ambas economías. “México y Estados Unidos son economías complementarias. Llevamos años construyendo una integración comercial sólida. Esperamos que el 1 de agosto tengamos buenas noticias”, comentó.
En paralelo a las negociaciones arancelarias, la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum ha planteado un enfoque más amplio. Durante sus conferencias matutinas, Sheinbaum ha insistido en la necesidad de alcanzar un “acuerdo integral” con Estados Unidos que contemple no solo temas comerciales, sino también migración y seguridad.
En este contexto, la mandataria propuso a Trump mecanismos para reducir el déficit fiscal que Estados Unidos mantiene con México, en un intento por desactivar la medida arancelaria. “Pueden generarse esquemas que permitan incrementar las exportaciones estadounidenses hacia México, reduciendo así la diferencia comercial a favor nuestro”, indicó.
Pese a la amenaza arancelaria, el gobierno mexicano no prevé un impacto inmediato en su posición como principal importador de productos estadounidenses. “Somos su cliente número uno. Eso no va a cambiar más allá de los aranceles. Hay que tener sangre fría”, comentó Ebrard.
El contexto económico actual y la cercanía del evento México IA + Inversión Acelerada, que se celebrará el 12 y 13 de noviembre en la Ciudad de México, refuerzan la relevancia de este momento.
Este foro reunirá a líderes del sector público y privado, incluidos representantes de firmas globales como Nvidia, con el objetivo de impulsar proyectos de inteligencia artificial en el país. La presión sobre la competitividad tecnológica mexicana se suma a la necesidad de certidumbre comercial en la relación con Estados Unidos.