La caída de la inversión, la desaceleración del crecimiento y los cambios en los caprichos del presidente estadounidense Donald Trump llevaron a México a apoyar una revisión temprana del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), un giro radical en su plan anterior de posponerlo lo más posible.
Tres funcionarios mexicanos dijeron a Reuters que el cambio se debió en parte a la necesidad de ganar cierta certeza a largo plazo en torno a la relación comercial del país con su mayor mercado de exportación.
Pero dijeron que también fue clave que Trump pareciera querer una revisión anterior, porque el presidente estadounidense tiene mejores cartas y tratar de mantener su lado bueno ha sido una estrategia central mexicana que ha mostrado resultados positivos.
El ministro de Economía de México, Marcelo Ebrard, dijo esta semana que espera que el “inicio formal” de la revisión comience tan pronto como septiembre, a pesar de estar programado en el acuerdo para 2026.
Está claro que Trump tiene más influencia, dijo Juan Carlos Baker, ex negociador jefe de México para el T-MEC.
“Si cree que México no está cooperando, podría correr el riesgo de que un día aparezca y anuncie que Estados Unidos se retira del acuerdo por completo”, dijo.
La incertidumbre sobre las normas comerciales ya ha impactado su economía.
La inversión extranjera directa en el primer trimestre del año cayó 21% respecto al mismo periodo del año anterior, según cifras del Banco de México.
Parte de esto puede estar relacionado con el nerviosismo del sector empresarial ante la reforma judicial mexicana. Aun así, la incertidumbre sobre los aranceles ha jugado un papel importante.
El miércoles, el banco central recortó su previsión del PIB para este año a tan solo el 0,1%. La predicción del Fondo Monetario Internacional es aún peor, con un -0,3%.
“La incertidumbre mata la inversión”, afirmó Emilio Romano, presidente de la Asociación de Banqueros de México, señalando que el 40% del PIB de México depende de Estados Unidos.
La dependencia de México de Estados Unidos hace que las negociaciones del T-MEC sean casi existenciales para la economía del país y una enorme prioridad para Sheinbaum.
Puedes omitirlo en 5 segundos con el mouse o el teclado.Más del 80% de las exportaciones totales de bienes mexicanos se destinan a Estados Unidos y el libre comercio con su vecino del norte llevó a México a superar a China como el principal socio comercial de Estados Unidos y lo convirtió en uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo.
Los funcionarios mexicanos están tan preocupados por enfadar a Trump que han postergado la firma de un acuerdo comercial actualizado con la Unión Europea por temor a que pueda poner en peligro las conversaciones comerciales con Estados Unidos, según un funcionario europeo.
Negociaciones poco confiables
México originalmente había querido esperar el mayor tiempo posible antes de iniciar las conversaciones sobre el T-MEC, para poder resolver primero asuntos bilaterales como los aranceles impuestos debido al tráfico de fentanilo y la migración, y para que los consumidores estadounidenses comenzaran a sentir presiones inflacionarias por los aranceles de Trump.
Ese enfoque coincide con el de Canadá, cuyo primer ministro, Mark Carney, dijo esta semana que quería avanzar en cuestiones bilaterales con Estados Unidos antes de iniciar las conversaciones sobre el T-MEC.