Un nuevo estudio exploró esta relación.

Probablemente hayas notado que las temperaturas están, en general, aumentando en todo el mundo. Los efectos del cambio climático han incluido el derretimiento de los glaciares y un clima más extremo, pero también se han sentido un poco más cerca de casa, literalmente, en este caso. Los investigadores ya han explorado la conexión entre el aumento de las temperaturas y el cuerpo humano, pero un nuevo estudio se centró en un aspecto de eso: cómo el calor afecta la forma en que envejecemos.

Un estudio publicado esta semana en la revista Nature Climate Change buscó trazar un mapa de la relación entre el cambio climático y el envejecimiento humano. Los investigadores utilizaron datos de casi 25,000 personas en Taiwán tomados entre 2008 y 2022. Encontraron que “cada aumento del rango intercuartil en la exposición acumulada a las olas de calor” vio un aumento en la diferencia entre la edad biológica de los sujetos y su edad cronológica.

Esa no fue la única forma en que estos científicos observaron que el calor afectaba el envejecimiento; también notaron que “los trabajadores manuales, los residentes rurales y los participantes de comunidades con menos aires acondicionados eran más susceptibles a los impactos en la salud”. Como señaló Damian Carrington de The Guardian , este estudio difiere de otras exploraciones recientes sobre el calor extremo y el envejecimiento humano al adoptar una perspectiva más amplia. The Guardian informa que los investigadores ahora están explorando los efectos del calor en el cuerpo a un plazo aún mayor. “Si la exposición a las olas de calor se acumula durante varias décadas, el impacto en la salud será mucho mayor de lo que hemos informado”, declaró a The Guardian el Dr. Cui Guo, uno de los autores del artículo.

Si este nuevo estudio tiene algún motivo de optimismo, es que también contiene evidencia de la adaptabilidad humana. Los autores encontraron indicios de una adaptación gradual a nivel poblacional en todos los indicadores de olas de calor. Esto no significa que no les preocupen sus hallazgos; como escribieron, «los impactos en la salud de la exposición prolongada a las olas de calor siguen siendo significativos y requieren atención continua».