El sector industrial advierte que el aumento salarial debe acompañarse de políticas públicas que impulsen productividad, empleo y formación de capital humano.

Para la Asociación de Industriales de la Mesa de Otay (AIMO) el reciente incremento al salario mínimo para la frontera representa un ajuste socialmente justificable, sin embargo, advirtió que su efecto será limitado si no se acompaña de una estrategia nacional para impulsar la productividad y el crecimiento económico.

Así lo expresó el Lic. José Luis Contreras Valenzuela, presidente de la AIMO, quien explicó que el aumento del 5% para la frontera, menor al 13% aplicado al resto del país, se fundamenta en que esta región ha tenido avances más acelerados en recuperación del poder adquisitivo durante los últimos años.

“El salario mínimo fronterizo llegará a 487 pesos diarios, lo que equivale a 2.8 canastas básicas, por lo que el ajuste es razonable, y es importante mencionar que el sector empresarial no se opone al alza salarial, lo que preocupa es la falta de acompañamiento del sector público”, señaló.

Y es que subrayó que dichos incrementos al salario mínimo los absorben las empresas, no es que sea un logro del gobierno, y en cambio, la informalidad ya alcanza al 55% de la población ocupada.

En ese sentido, Contreras Valenzuela advirtió que, aunque el incremento salarial es manejable, existen otras reformas laborales, como la reducción de la jornada a 40 horas, que elevan significativamente el costo de operación y presionan a una economía que no está generando los empleos necesarios para su población creciente.

“Tenemos una economía que apenas generará este año 480 mil empleos, cuando la demanda natural es de un millón, esto significa un rezago estructural que arrastramos desde hace años, y que se agrava porque no hay inversión pública suficiente en infraestructura, tecnología o formación de capital humano”, afirmó.

El dirigente señaló que, mientras aumentan los costos laborales, la productividad nacional ha caído más de 7% anual en los últimos seis años, de acuerdo con la OCDE, lo que coloca a México en una situación vulnerable, con salarios al alza en una economía que crece por debajo del 1%.

Asimismo, indicó que el paquete de reformas laborales recientes y nuevas disposiciones fiscales tienen un fuerte componente recaudatorio que termina encareciendo la unidad de trabajo hasta en un 47%, sin que esto represente un beneficio directo equivalente para el trabajador.

Finalmente, el líder de AIMO hizo un llamado a replantear la política pública nacional, priorizando inversión en educación, ciencia, tecnología y formación de capital humano, así como un replanteamiento del gasto social que debe orientarse hacia actividades productivas que generen valor, empleo y crecimiento sostenible.