Luego de varios días de críticas sostenidas, sanciones institucionales y un intenso debate social generado por sus declaraciones sobre los roles de género, el futbolista mexicano Javier “Chicharito” Hernández emitió este jueves un comunicado público en el que ofrece una disculpa, asume responsabilidad por el impacto de sus palabras y manifiesta su intención de aprender y cambiar.

La declaración, difundida a través de sus redes sociales oficiales, llega en un momento clave en el que la presión pública y mediática había escalado tanto en el ámbito deportivo como político, generando consecuencias reputacionales y económicas para el delantero de Chivas.

“Lamento profundamente cualquier confusión o malestar que mis palabras recientes hayan causado; nunca fue mi intención limitar, herir ni dividir”, escribió Hernández.

En el texto, Javier Hernández reconoce que ha recibido críticas, pero también agradece a quienes, con respeto, le han compartido sus perspectivas, exigiéndole ser una mejor persona. El jugador enfatiza su papel como “padre, hombre y miembro de esta comunidad” y asegura estar comprometido a actuar con respeto, humildad y responsabilidad.

“Estoy escuchando, reflexionando y comprometido a expresarme con una mejor claridad y sensibilidad, especialmente en temas tan delicados”, afirmó, marcando un giro en el tono respecto a sus declaraciones previas.

El mensaje busca, además de ofrecer disculpas, establecer un nuevo marco de actuación personal basado en la introspección y el cambio interno:

“Aprovecharé esta oportunidad para entender, crecer y seguir trabajando para ser una mejor versión de mí mismo, desde la honestidad, el amor por mi familia, mis valores y el amor por todos ustedes”.

El pronunciamiento de Hernández ocurre tras una ola de críticas por un discurso publicado en video en el que afirmaba que “las mujeres están fracasando al dejar de encarnar su energía femenina” y que “están erradicando la masculinidad de la sociedad”, lo que muchos interpretaron como una postura conservadora y retrógrada respecto a los roles de género.

Como respuesta, la Federación Mexicana de Fútbol impuso una sanción económica al jugador, mientras que su club, Chivas, y su patrocinador Puma emitieron comunicados deslindándose de sus declaraciones. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó sus ideas como “muy machistas”, y distintas figuras públicas y colectivos feministas exigieron consecuencias.